El reto en esta reforma consistió en dar vida a cada m2 de la vivienda.
Ésta, de gran superficie y distribuida en varias plantas, estaba muy compartimentada y con altura de techos muy justas. Para conseguir una sensación de amplitud y permitir que la luz natural alcanzara todos los espacios, optamos por una solución de vivienda abierta integrando el nexo de unión, la escalera. Sobre ésta se hizo un trabajo minucioso de reconstrucción, de manera que el plomo y arranques en las cuatro plantas fuera el mismo. Su pavimento en piedra natural, combinado con la barandilla de vidrio y la luz indirecta, crea un ambiente sereno que nos invita a transitarla y a descubrir el resto de espacios.
Una vivienda funcional, de líneas sencillas, pero con unos elementos que le aportan mucho carácter y modernidad.
Ejecución de la obra